Esta parte del blog la dedicaré a la presentación y utilización de algunos recursos educativos convencionales como complemento y apoyo a la labor socio-educativa que llevan a cabo los educadores y educadoras de centros ocupacionales. Priorizando, siempre que sea posible, el uso de recursos tecnológicos de fácil acceso y bajo coste y, a ser posible, hechos con material reciclado.
El uso de los medios convencionales en el proceso educativo de las personas con discapacidad.
Como ya comenté anteriormente, el objetivo principal de este blog es ofrecer herramientas y recursos a los educadores/as de nuestros centros ocupacionales que les ayuden a promover e incrementar las aptitudes de nuestros usuarios/as en las diferentes áreas de habilidades adaptativas.
Los medios convencionales.
La pizarra
Como recurso didáctico ha sido utilizado durante muchos años en la mayoría de nuestros centros para el aprendizaje de las habilidades de lecto-escritura y cálculo.En la actualidad continua siendo una herramienta de gran valor pedagógico, sobre todo, cuando intentemos promover el aprendizaje en grupos pequeños.
Considero que es un instrumento que conviene seguir utilizando, sobre todo cuando lo que pretendemos es potenciar las habilidades académicas y funcionales de nuestros usuarios/as, debido, principalmente, a su bajo coste y a la facilidad de acceso a este medio convencional.
Hemos de tener en cuenta que para determinadas personas puede resultar molesto, e incluso insalubre, el tener que respirar el polvo que suele desprenderse de su superficie al borrar lo que hay escrito en ella; este detalle lo hemos de tener en cuenta a la hora de organizar los grupos de trabajo, ofreciendo medios alternativos a las personas, que por sus características personales no toleren el polvo de la tiza. El tablero convencional puede resultarnos de gran utilidad como recurso didáctico alternativo.
Hemos de tener en cuenta que para determinadas personas puede resultar molesto, e incluso insalubre, el tener que respirar el polvo que suele desprenderse de su superficie al borrar lo que hay escrito en ella; este detalle lo hemos de tener en cuenta a la hora de organizar los grupos de trabajo, ofreciendo medios alternativos a las personas, que por sus características personales no toleren el polvo de la tiza. El tablero convencional puede resultarnos de gran utilidad como recurso didáctico alternativo.
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